Por: Arq. Isidro Ramírez
Agencia Costarricense de Investigaciones Biomédicas.
Las circunstancias actuales provocadas por la pandemia del SarsCov2, están haciéndonos cambiar la manera en que interactuamos y hacemos uso de los espacios en los edificios, los cuales deben centrarse hoy más que nunca en la seguridad de las personas. Esto ha puesto en evidencia que los edificios que tengan una mayor flexibilidad y capacidad de adaptación a los cambios, requieren menor inversión y esfuerzo a la hora de sufrir adaptaciones espaciales y tienen más posibilidades de aumentar su tiempo de vida útil. Adicionalmente, aquellos edificios que son diseñados para adaptarse a las condiciones naturales de su contexto inmediato y utilizarlas para aumentar su autonomía energética, tienen más probabilidades de proveer confort y bienestar a sus usuarios y disminuir el consumo energético. Todo esto, unido a un uso responsable y cuidadoso de los materiales, técnicas y procesos constructivos utilizados, puede disminuir drásticamente el impacto del edificio en el entorno natural, mejorar la cercanía con la naturaleza para integrar la vegetación a los espacios interiores física y visualmente y finalmente impactar positivamente en el estado de ánimo de las personas que habitan o usan estos espacios.
Estas son solo algunas de las características del diseño y la construcción sostenibles, pero no siempre son visibles o del conocimiento de las personas que disfrutan de estos beneficios o de quienes desean conocer más acerca del tema para incorporarlo a sus proyectos actuales o futuros.
Aplicaciones sostenibles:
-Uso de madera renovable
-Máximo aprovechamiento de luz natural
-Ventilación natural cruzada minimiza gasto de energía para enfriamiento
-Parasoles como controladores de radiación solar
-Baja huella de carbono utilizando materiales livianos y re-utilizables
Por todo esto, hoy más que nunca creemos necesario que el lenguaje del diseño y la construcción sostenibles debe ser incorporado de manera clara en lo cotidiano, haciendo visibles y accesibles las estrategias y soluciones implementadas; ejemplo aplicable es el edificio de la Agencia Costarricense de Investigaciones Biomédicas, ubicado en Liberia, Guanacaste, el cual fue diseñado mediante estrategias bioclimáticas claras y definidas con el fin de reducir la huella de carbono a lo largo de todo su ciclo de vida útil, con una configuración que la hace más flexible y adaptable a su entorno, pero con un diseño enfocado en mejorar la experiencia del usuario para aumentar su bienestar. Y es que los edificios donde las personas se sienten bien y disfrutan estar, son mejor cuidados, son apreciados y conservan por más tiempo su vida útil, a la vez que potencian la sostenibilidad económica, social y ambiental.
La construcción sostenible y el bienestar humano deben ir de la mano. Deben ser los pilares fundamentales sobre los cuales construyamos los escenarios de esta nueva realidad que está surgiendo como resultado de los cambios estructurales que estamos atravesando mundialmente. Este binomio poderoso y eficaz genera riqueza, retornos sustentables y es desde todo punto de vista, una buena inversión.